O sentido estético é a capacidade para apreciar a beleza do que nos rodea. O ambiente (familia, escola, paisaxe, arquitectura, políticas culturais) inflúe, moitas veces de forma inconsciente. Edúcase nunha contorna enriquecedora, por iso é moi importante ofrecer unha gran variedade e calidade nos ambientes, recursos e referentes culturais.
A educación estética permite achegarnos ao concepto de "estrañamento", é dicir, valorar formas de ver o mundo diferentes á nosa, e acoller así outras expresións, a miúdo silenciadas, como son as propias da infancia.
A educación do sentido estético nos mestres e mestras é un factor que non adoita ser tido en conta na formación do profesorado. Implica educarse en referentes amplos que acollan a diversidade e permitan recoñecer as producións da infancia como un valor en si mesmas e non como un cúmulo de erros que deben ser corrixidos desde a perspectiva adulta. Sen esta formación estética é moi probable que, como persoas adultas, recorramos a modelos estereotipados, máis aceptados pola convención, para ocultar e disfrazar as producións da infancia.
A educación estética promove o activismo, porque cando valoramos a diversidade, a protexemos e loitamos por ela. Por iso, nun mundo onde a biodiversidade está ameazada* a educación do sentido estético é unha ferramenta imprescindible para continuar a vida.
*Segundo o último informe Planeta Vivo de WWF, o planeta enfróntase á sexta extinción masiva de especies.nos últimos 50 anos, as poboacións de especies de vertebrados diminuíron un 68%.
Educar el sentido estético
El sentido estético es la capacidad para apreciar la belleza del que nos rodea. El ambiente (familia, escuela, paisaje, arquitectura, políticas culturales) influye, muchas veces de forma inconsciente. Se educa en un entorno enriquecedor, por eso es muy importante ofrecer una gran variedad y calidad en los ambientes, recursos y referentes culturales.
La educación estética permite acercarnos al concepto de "extrañamiento", es decir, valorar formas de ver el mundo diferentes a la nuestra, y acoger así otras expresiones, a menudo silenciadas, como son las propias de la infancia.
La educación del sentido estético en los maestros y maestras es un factor que no suele ser tenido en cuenta en la formación del profesorado. Implica educarse en referentes amplios que acojan la diversidad y permitan reconocer las producciones de la infancia como un valor en sí mismas y no como un cúmulo de errores que deben ser corregidos desde la perspectiva adulta. Sin esta formación estética es muy probable que, como personas adultas, recurramos a modelos estereotipados, más aceptados por la convención, para ocultar y disfrazar las producciones de la infancia.
La educación estética promueve el activismo, porque cuando valoramos la diversidad, la protegemos y luchamos por ella. Por eso, en un mundo donde la biodiversidad está amenazada* la educación del sentido estético es una herramienta imprescindible para continuar la vida.
*Según el último informe Planeta Vivo de WWF, el planeta se enfrenta a la sexta extinción masiva de especies.en los últimos 50 años, las poblaciones de especies de vertebrados han disminuido un 68%.
El sentido estético está muy relacionado con el entorno en el que crecemos y también, evidentemente, con la educación que recibimos.
Por eso es importante el modelo que transmitimos: la arquitectura de las escuelas, la distribución de espacios, la elección de materiales, juguetes e imágenes en el aula.
Educar intentando que se valore y respete el ambiente puede favorecer el espíritu crítico y la participación.
Tal como dice Tonucci en su libro La escuela como investigación: "Para esta escuela (...)Se precisa una persona que viva los problemas de su época, que sepa reflexionar y tomar posiciones, una persona en cuyos actos se vea lo que sabe y en lo que cree, es decir, una persona culta, y culto puede serlo…